Con motivo del Congreso Mundial de Telefonía Móvil 2011, el Instituto Jane Goodall, asociación sin fines de lucro dedicada a la investigación, educación y conservación en África, quiere llamar la atención sobre una cuestión sorprendentemente ausente del debate empresarial y ciudadano en un evento que tanto tiene que ver con ella: la problemática de la extracción ilegal de coltán (valioso mineral utilizado en los condensadores de los móviles) en República Democrática del Congo, poseedora del 80% de las reservas mundiales de este escaso recurso.
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La guerra por el control del territorio y el acceso a las minas entre diversas milicias ha ocasionado ya más de 5 millones de muertos, además de millones de desplazados y refugiados, según datos de Naciones Unidas. La elevada e insaciable demanda mundial de coltán, el consiguiente aumento de su precio, y los escasos controles y esfuerzos por mejorar la trazabilidad del coltán utilizado en los circuitos electrónicos de nuestra tecnología, siguen propiciando esta lucha por el control de los valiosos y estratégicos recursos en la RDC, donde la explotación del coltán y la casiterita sirven para financiar a las milicias.
En dicha guerra, es práctica habitual secuestrar a los hombres y niños de las aldeas como mano de obra para las minas, trabajando en condiciones muy precarias y de gran inseguridad. También en este contexto es muy común lamentablemente la violación masiva de mujeres, niños y hasta bebés. La explotación del coltán en RDC también arrasa con ecosistemas únicos, deforestando y destruyendo los hábitats de muchas especies como los chimpancés y gorilas, en grave peligro debido a la caza furtiva para alimentar a los mineros.
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Al mismo tiempo, a este evento tecnológico en Barcelona acudirán, según la organización, 50.000 líderes y especialistas en telefonía móvil de 200 países; y presentarán sus productos más de 1.300 empresas, entre ellas las principales fabricantes de móviles. En el programa de 4 días, entre las innumerables conferencias, fórums, exhibiciones y encuentros se hablará de liderazgo y visiones del futuro, pero no hay UNA sola charla que aborde la problemática del coltán, tema que sin dudas compete a la industria de la telefonía por su gran huella ecológica y humana.
Sólo en España existen hoy más de 54 millones de líneas de teléfonos móviles activas (cifras de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones), para unos 40 millones de potenciales hablantes mayores de 10 años (cifras INE). A este impresionante número de terminales deben agregarse aquellos móviles más antiguos que son reemplazados y que los ciudadanos guardan o tiran a la basura, siendo la tasa de reciclaje menor al 5%. Si multiplicamos estos números para los países del llamado “mundo desarrollado”, las cifras son escalofriantes. Al mismo tiempo los mercados de los países en desarrollo están siendo inundados a través de campañas publicitarias con millones de terminales, para los cuales no existe ningún programa o plan de reciclaje, por lo que terminarán contaminando con sus baterías los ecosistemas locales.
Creemos que la responsabilidad corporativa de un sector que lidera el desarrollo tecnológico debe servir también para:
-innovar en materiales alternativos, y garantizar la trazabilidad del coltán, para que provenga de fuentes no manchadas de sangre y destrucción.
-promover, en lugar de la obsolescencia programada o forzada, la sostenibilidad y vida útil de los aparatos de nueva generación, una generación de terminales y propietarios que tengan en cuenta la huella ecológica y humana que generan.
-ofrecer alternativas al regalo de “nuevos móviles” para campañas de fidelización, por ejemplo la rebaja del abono o el apoyo a programas ambientales y humanitarios que intentan compensar la huella de nuestra tecnología. L@s usuari@s lo sabrán apreciar.
-mejorar la recuperación, reutilización y reciclaje de materiales en móviles en desuso, y por ética empresarial, brindar oportunidades para hacerlo en todos los países donde se vendan terminales. La “última aplicación” de un móvil debe ser siempre el reciclaje.
Alentamos a las compañías que participan de la industria de la telefonía móvil a aceptar el desafío de ser líderes en estos importantes aspectos también, e invitamos a la ciudadanía a reflexionar sobre nuestra responsabilidad como consumidores y seres con capacidad ética. Como ciudadanos globales, somos responsables de las consecuencias que nuestro consumo genera y debemos actuar en consecuencia.
Para ello, el Instituto Jane Goodall España, con el apoyo de la Dra. Jane Goodall, Mensajera de la Paz por Naciones Unidas, organiza la campaña de reciclaje “Movilízate por la selva”, en la cual se puede participar gratuitamente a través de www.movilizateporlaselva.org . Miles de ciudadan@s están aportando su grano de arena y contribuyendo a generar fondos para los proyectos de desarrollo sostenible, educación y conservación desarrollados por el IJG en ambos Congos.
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La guerra por el control del territorio y el acceso a las minas entre diversas milicias ha ocasionado ya más de 5 millones de muertos, además de millones de desplazados y refugiados, según datos de Naciones Unidas. La elevada e insaciable demanda mundial de coltán, el consiguiente aumento de su precio, y los escasos controles y esfuerzos por mejorar la trazabilidad del coltán utilizado en los circuitos electrónicos de nuestra tecnología, siguen propiciando esta lucha por el control de los valiosos y estratégicos recursos en la RDC, donde la explotación del coltán y la casiterita sirven para financiar a las milicias.
En dicha guerra, es práctica habitual secuestrar a los hombres y niños de las aldeas como mano de obra para las minas, trabajando en condiciones muy precarias y de gran inseguridad. También en este contexto es muy común lamentablemente la violación masiva de mujeres, niños y hasta bebés. La explotación del coltán en RDC también arrasa con ecosistemas únicos, deforestando y destruyendo los hábitats de muchas especies como los chimpancés y gorilas, en grave peligro debido a la caza furtiva para alimentar a los mineros.
Al mismo tiempo, a este evento tecnológico en Barcelona acudirán, según la organización, 50.000 líderes y especialistas en telefonía móvil de 200 países; y presentarán sus productos más de 1.300 empresas, entre ellas las principales fabricantes de móviles. En el programa de 4 días, entre las innumerables conferencias, fórums, exhibiciones y encuentros se hablará de liderazgo y visiones del futuro, pero no hay UNA sola charla que aborde la problemática del coltán, tema que sin dudas compete a la industria de la telefonía por su gran huella ecológica y humana.
Sólo en España existen hoy más de 54 millones de líneas de teléfonos móviles activas (cifras de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones), para unos 40 millones de potenciales hablantes mayores de 10 años (cifras INE). A este impresionante número de terminales deben agregarse aquellos móviles más antiguos que son reemplazados y que los ciudadanos guardan o tiran a la basura, siendo la tasa de reciclaje menor al 5%. Si multiplicamos estos números para los países del llamado “mundo desarrollado”, las cifras son escalofriantes. Al mismo tiempo los mercados de los países en desarrollo están siendo inundados a través de campañas publicitarias con millones de terminales, para los cuales no existe ningún programa o plan de reciclaje, por lo que terminarán contaminando con sus baterías los ecosistemas locales.
Creemos que la responsabilidad corporativa de un sector que lidera el desarrollo tecnológico debe servir también para:
-innovar en materiales alternativos, y garantizar la trazabilidad del coltán, para que provenga de fuentes no manchadas de sangre y destrucción.
-promover, en lugar de la obsolescencia programada o forzada, la sostenibilidad y vida útil de los aparatos de nueva generación, una generación de terminales y propietarios que tengan en cuenta la huella ecológica y humana que generan.
-ofrecer alternativas al regalo de “nuevos móviles” para campañas de fidelización, por ejemplo la rebaja del abono o el apoyo a programas ambientales y humanitarios que intentan compensar la huella de nuestra tecnología. L@s usuari@s lo sabrán apreciar.
-mejorar la recuperación, reutilización y reciclaje de materiales en móviles en desuso, y por ética empresarial, brindar oportunidades para hacerlo en todos los países donde se vendan terminales. La “última aplicación” de un móvil debe ser siempre el reciclaje.
Alentamos a las compañías que participan de la industria de la telefonía móvil a aceptar el desafío de ser líderes en estos importantes aspectos también, e invitamos a la ciudadanía a reflexionar sobre nuestra responsabilidad como consumidores y seres con capacidad ética. Como ciudadanos globales, somos responsables de las consecuencias que nuestro consumo genera y debemos actuar en consecuencia.
Para ello, el Instituto Jane Goodall España, con el apoyo de la Dra. Jane Goodall, Mensajera de la Paz por Naciones Unidas, organiza la campaña de reciclaje “Movilízate por la selva”, en la cual se puede participar gratuitamente a través de www.movilizateporlaselva.org . Miles de ciudadan@s están aportando su grano de arena y contribuyendo a generar fondos para los proyectos de desarrollo sostenible, educación y conservación desarrollados por el IJG en ambos Congos.
