Estas son las caras de algunos de los huérfanos de la caza furtiva, en crecimiento en la República Democrática del Congo. La carne de los adultos se consume, los pequeños son vendidos como mascotas. Algunos afortunados pudieron ser trasladados a un centro de rescate como Lwiro; la mayoría sin embargo tiene destino desconocido o ya ha muerto. El artículo está en inglés, pero la mirada de cada chimpancé que ha perdido a su familia no necesita traducción. Leer artículo