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Apuntes MxS – Preguntas y respuestas para movilizarnos por la selva. Caso 1: Juan y Helena.


Con esta entrevista a Juan y Helena, coordinadores de “Movilízate por la Selva”, abrimos la serie Apuntes MxS – Preguntas y respuestas para movilizarnos por la selva, una iniciativa que nace para explorar todo sobre la campaña “Movilízate por la Selva”.


Juan H. Losantos y Helena Arpa González son los coordinadores de la campaña “Movilízate por la Selva” para Extremadura, Asturias, Cantabria y Andalucía, y con ellos -y más adelante con otros voluntarios, periodistas, técnicos, científicos...- comenzamos a explorar más a fondo todo lo que se encuentra detrás, delante, arriba, debajo y a cada lado de la propia campaña “Movilízate por la Selva” del Instituto Jane Goodall España.

Juan y Helena son dos de los voluntarios que se encargan de que nuestra compaña funcione, dos personas que hace tiempo decidieron movilizarse por la selva y cuyo trabajo –junto con el de otros– ha conseguido que la campaña ya haya superado la nada desdeñable cifra de 96.000 móviles reciclados. Compartir información sobre las diversas problemáticas que se desprenden de la minería ilegal del coltán, así como recoger las solicitudes de envíos de móviles para su correcto reciclaje y trasladar la información necesaria para hacer efectivos los apadrinamientos Chimpamig@ son solo una pequeña parte de su trabajo. La conservación, la empatía y el respeto por el medioambiente son su inagotable combustible.

 
¿Los ciudadanos sabemos qué implicaciones tiene vivir en un “mundo hiperconectado” (móviles, ordenadores, Internet…)?
 
Helena: Aunque en líneas generales parece difícil no caer en el pesimismo de contestar que no, es cierto que progresivamente vamos descubriendo en nuestro entorno una intuición que va tomando forma, sobre el precio medioambiental que pagamos con la adquisición de cada nuevo aparato tecnológico. Estamos dando los primeros pasos hacia un consumo más responsable, pero urge que comencemos a andar más rápido.

Juan: El desarrollo tecnológico es un factor necesario ligado al mundo tal y como lo conocemos y a los avances sociales conquistados. Estos avances deberían llegar sin dejar a nadie ni nada al margen, pero comprobamos sistemáticamente cómo conllevan siempre una cuota de perjuicio medioambiental y desigualdad de oportunidades sociales frente a los enormes beneficios que generan.

Se ha dado siempre cierta desconexión generalizada entre lo que consumimos a diario, ya sea alimentación, vestuario, tecnología… y sus medios de producción, así como del destino y las consecuencias del desuso de estos productos. La inmediatez de la tecnología nos aleja en cierta medida de comprender esta relación, pero afortunadamente el “mundo hiperconectado” puede igualmente facilitar el flujo y transmisión de información e ideas que pudieran contribuir a crear una concienciación global sobre este fenómeno.
 
En este sentido, sí se puede apreciar un “despertar” de la conciencia medioambiental y un consumo sostenible, pero es preciso pasar de la conciencia a la acción.
 
¿Qué impactos en el Medio Ambiente provoca la producción masiva de equipos tecnológicos, en particular del omnipresente teléfono móvil?
 
J: La fabricación de los dispositivos electrónicos de uso cotidiano, como ordenadores, portátiles, tablets y principalmente los teléfonos móviles,  incluye que parte de sus componentes requieran la utilización de minerales estratégicos, como el coltán (columbita-tantalita) y el cobalto, cuyas reservas mundiales y limitadas se centralizan en la República Democrática de Congo. El 80% del coltán del mundo se localiza en dicho país y su altísima demanda hace de este mineral un recurso muy valioso, cuya extracción se enmarca en la explotación en condiciones insalubres y peligrosas de semiesclavitud de minas ilegales controladas por grupos armados, empleando para ello incluso mano de obra infantil. La lucha por el control de las minas por parte de milicias rebeldes y el expolio y tráfico de los minerales hacia el exterior a través de Ruanda y Uganda ha prolongado una guerra que cuenta ya con más de 5 millones de víctimas.

Además del drama humanitario, la destrucción del ecosistema donde se localizan las minas tiene un efecto directo y atroz sobre especies animales en grave peligro de extinción. La pérdida de hábitat debida a la deforestación masiva expone a poblaciones de elefantes o a los grandes simios, como chimpancés y gorilas, a la caza furtiva, convirtiéndose en lo que se denomina “carne de selva” para consumo humano, o bien cayendo en redes de tráfico ilegal de las crías para venta como mascotas.

No hay que olvidar tampoco la contaminación que producen los desechos tecnológicos que producimos y quedan acumulados al deshacernos de los aparatos electrónicos en desuso o que han quedado obsoletos, y que vamos renovando constantemente.
 
¿Es compatible nuestro mundo hiperconectado con un Medio Ambiente “sano”? En otras palabras, ¿qué tipo de mecanismos nos podrían ayudar a minimizar el impacto negativo de la tecnología en la Naturaleza?
 
J: Nuestra apreciación es que ese marco siempre es posible, pero exige replantearnos los procesos que median en la producción, comercialización, uso y desecho de nuestros aparatos electrónicos.
 
Un ejemplo muy sencillo: sólo en España existen más de 55 millones de teléfonos móviles para una población de 46 millones de habitantes, y si contamos los móviles viejos o en desuso que quedan olvidados en un cajón de casa, la cifra se dispara. Este hecho se podría explicar por lo que se ha denominado “obsolescencia programada”: la necesidad constante de renovar nuestros aparatos electrónicos periódicamente sin que éstos necesariamente estén estropeados. Intentando desmarcarnos de esta espiral, replanteándonos nuestras necesidades reales, rechazando productos con minerales de conflicto, usando honestamente nuestros productos alargando su vida útil y reciclándolos cuando estén en desuso, empezaríamos a abrir un espacio y una tendencia beneficiosa para el medioambiente.
 
Desde vuestra experiencia, ¿creéis que la gente es capaz de cambiar sus hábitos de consumo tras conocer que dichos hábitos pueden tener consecuencias negativas? (Por ejemplo, la “adicción” al móvil y su relación con la minería ilegal, y las consecuentes problemáticas sociales y medioambientales, en países como la República Democrática del Congo.)
 
H: Sí, sí y mil veces sí. El cambio siempre es posible. Es cierto que parecemos adormilados, que cargamos con la etiqueta de ser la especie problemática de este planeta, que históricamente nos hemos equivocado mucho en la forma de cuidar nuestro medioambiente… pero vemos claramente que la gente quiere cambiar, tan sólo necesita un empujoncito, una pequeña guía sobre cómo hacerlo, un refuerzo positivo. En este sentido, la campaña “Movilízate por la Selva” tiene un impacto verdaderamente positivo en las personas a las que llega, pues se sorprenden de lo muchísimo que pueden aportar al bienestar de los ecosistemas africanos, y al suyo propio, con un gesto tan sencillo como reciclar su teléfono móvil.
 
J: Da la sensación de que vivimos siempre en el “corto plazo”, alimentado por la inmediatez de la tecnología y su consumo. Pero el ser humano es una especie maravillosa capaz de planificar a largo plazo sus actuaciones, y en ese sentido siempre es posible el cambio de actitud. Nuestros hábitos nocivos para el medioambiente y para la salud que implica nuestra realidad hiperconectada se pueden reemplazar progresivamente por pequeños comportamientos sencillos y diarios que, a la larga, conformen una nueva realidad, un escalón más alto de bienestar del que no nos queramos bajar.
 
Son esos pequeños actos cotidianos los que proponemos desde la campaña “Movilízate por la Selva” acercando realidades y que tan buena acogida están teniendo entre la gente, ¡sobre todo entre los más pequeños! El cambio siempre está en nuestra mano, en este caso, en forma de teléfono móvil.
 
¿De dónde surge y cómo funciona la campaña “Movilízate por la Selva?
 
J: La campaña “Movilízate por la Selva” es una iniciativa del Instituto Jane Goodall España que se desarrolla desde el año 2011 a través del programa de educación ambiental Raíces y Brotes (Roots & Shoots), con el apoyo de la Dra. Jane Goodall. El objetivo principal es la puesta en disposición de un sistema de reciclado de teléfonos móviles en desuso, incentivando igualmente un uso sostenible alargando la vida útil de los terminales en uso. Facilitamos una forma de envío gratuito a través de una etiqueta prefranqueada que se puede descargar fácilmente desde Internet.

Así, se permite REUTILIZAR los terminales, REDUCIR la demanda de los minerales y componentes necesarios para su fabricación, RECICLAR aquellos elementos útiles y RETIRAR aquellos materiales tóxicos contaminantes. ¡Cualquiera puede participar y convertirse en Agente Movilizador!
 
¿Qué aporta alguien que recicla sus móviles a través de “Movilízate”, más allá de las propias terminales?

J: Aportando uno o varios móviles a través de nuestro programa de reciclado, se estará ayudando directamente a recaudar fondos para diversos proyectos de desarrollo en África central, como el Centro de Rescate de Primates de Tchimpounga en República del Congo, donde el IJG rescata, rehabilita y reintroduce chimpancés huérfanos decomisados por las autoridades por la pérdida de hábitat y la caza furtiva. Los fondos igualmente contribuyen a programas de empoderamiento de poblaciones locales y escolarización infantil en Congo y diversos proyectos de reforestación y conservación del chimpancé en la Reserva Natural Comunitaria de Dindéfélo, en Senegal.

El programa Chimpamig@s es una forma muy sencilla de apadrinar chimpancés del Centro de Rescate de Tchimpounga. ¡Sólo con aportar un teléfono móvil a través de nuestra forma de envío se participa directamente en el sorteo de un apadrinamiento gratuito durante un año!

Pero además de todo eso, lo que aporta una persona que participe en esta campaña es algo que ponemos muy en valor: una nueva conciencia, una nueva sensibilidad y una nueva actitud para entender de forma diferente la realidad y convertirse en Agente Movilizador.
 
¿Cómo ha evolucionado la campaña desde su puesta en marcha? ¿Cuáles han sido sus resultados?
 
H: Desde su inicio en 2011 hasta hoy, la campaña “Movilízate por la Selva” –que no hay que olvidar que es una campaña íntegramente gestionada por voluntarios– ha conseguido recaudar la impresionante cifra de 96.000 (¡y subiendo!) terminales móviles. Somos muy optimistas respecto al futuro de la campaña, dada la fantástica acogida que hemos tenido en el último año, especialmente en centros educativos, donde en muchos casos los niños y niñas se han convertido en verdaderos Agentes Movilizadores, gestionando ellos mismos esta campaña y liderando iniciativas medioambientales sorprendentes.
 
¿Cuáles son los principales retos de “Movilízate por la Selva”?
 
H: El principal reto de la campaña “Movilízate por la Selva” se encuentra en la propia filosofía de Jane Goodall, en la que nos inspiramos: una acción local, para ser eficaz, tiene que enmarcarse en una red mucho mayor de acciones. De esa forma, el sentido de esta campaña no es que se centralice en un único lugar, sino que esté en movimiento, promocionándose y desarrollándose en distintas ciudades y localidades, en diversos centros lúdicos, culturales, educativos y centros privados y empresas, y que todas estas acciones estén interconectadas. Esta es la filosofía misma de la cooperación, la que marca la diferencia de una acción.

¿Algún comentario adicional que os gustaría agregar?
 
H: Un futuro sostenible requiere de un cambio profundo. Un cambio en la manera de consumir, en la manera de gestionar nuestros residuos y especialmente en nuestra manera de pensar. Personalmente, confío en que “Movilízate por la Selva” sea el germen de un movimiento más allá del reciclaje de móviles, que vaya parejo a las otras “R”: Reducir y Reutilizar. Es muy fácil tomar conciencia del consumo –innecesario, muchas veces–, que llevamos a cabo cuando nos encontramos con un buen montón de móviles viejos que reciclar y que hemos acumulado en tan solo un par de años. Nada te devuelve un golpe de realidad mayor que tenerlo físicamente en tus manos.
 
J: Un cambio de hábito requiere de una toma de conciencia, al igual que para despertar la conciencia es necesario empezar por una serie de acciones concretas. Comprender esa dinámica es esencial para propiciar los cambios que nos proponemos a futuro. Hay otros muchos productos que consumimos diariamente en los que el coltán y cobalto están muy presentes, además de los móviles, así que mi esperanza es que este pequeño cambio en la forma de valorar nuestra relación con un mundo hiperconectado que proponemos a través de la campaña “Movilízate por la Selva” se tenga en cuenta y se investigue para esos otros elementos.
 
¡Gracias Helena! ¡Gracias Juan! Gracias por mostrarnos vuestra perspectiva y por dejar bien claro que todos podemos movilizarnos por la selva.
 
Por supuesto, ya estamos preparando más entregas de Apuntes MxS, así que estar atentos para disfrutar, en breve, de una nueva sesión de Preguntas y respuestas para movilizarnos por la selva.

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